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EL RETRATO DE DORIAN GRAY

  

EL RETRATO DE DORIAN GRAY es una obra del rebelde autor irlandés Oscar Fingal O’Flahertie Wills Wilde el cual usaba como seudónimo Oscar Wilde, el libro originalmente, fue publicado como cuento. Tras varias revisiones posteriores y el añadido de diversos capítulos, se publicó como novela siendo la única del escritor.

 

OSCAR WILDE Nació en Dublín en 1854 (en aquél entonces, parte del Reino Unido) y fue un escritor, poeta y dramaturgo de los más destacados del Londres victoriano tardío. Su vida fue un continuo escándalo (para la época) lo que le granjeó muchas enemistades, la cárcel por dos años obligados a trabajos forzados y una muerte prematura. Pero, antes de todo eso, se convirtió en una figura destacable del panorama literario: clasicista, periodista, ingenioso, de humor mordaz, extravagante en su vestir y conversador brillante, deslumbraba donde iba y eclipsaba a cualquiera que quisiera hacerle frente. Por desgracia, como muchos genios, murió en la indigencia en París a la edad de cuarenta y seis años.

 

 

EL RETRATO DE DORIAN GRAY actualmente es uno de los clásicos modernos de la literatura occidental, causó mucha controversia en el momento de su publicación. Se la considera una novela gótica con una fuerte temática faustiana. Recordemos que Fausto es el protagonista de una leyenda clásica alemana; un erudito exitoso pero insatisfecho con su vida que hace un trato con el Diablo, intercambiando su alma por el conocimiento ilimitado y los placeres mundanos.

 

En la obra de Oscar Wilde el protagonista Dorian Gray realiza una operación similar, es así como la historia radica en la perversión de un joven, el hermoso y al comienzo inocente Dorian Gray, por parte de un hombre mucho más mayor que él, Lord Henry Wotton, que trata de cumplir sus fantasías insatisfechas a través del joven, es así como su alma, el verdadero rostro de su ser interno, se ve atrapado en el cuadro que un artista realiza de él, el cual se va deteriorando según el modelo original cae en una espiral de hedonismo y perversión.

 

La llegada de Dorian a Inglaterra supone un hecho impactante para el pintor Basil Hallward, que pretende captar en un cuadro toda la esencia de la belleza y juventud de Dorian. En el proceso pictórico, y mientras pasea Dorian pasea por el jardín de Basil, aparece Lord Henry Wotton, amigo del pintor, con teorías sobre la vida tópicas y típicas pero que hacen mella en el joven Dorian Gray. Su insistencia en que lo único que merece la pena en la existencia mortal es la belleza y la juventud y que la vida debe arder con la llama más intensa impresionan al joven, que ve en Lord Henry una suerte de maestro vital.

 

Cuando Basil Hallward termina el cuadro, sin duda su obra maestra, e imbuido por la equivocada filosofía de Lord Henry, Dorian hace una especie de pacto con el Diablo para vender su alma a cambio de la eterna juventud. Este es el punto de inflexión en el que tenemos el momento fáustico de la novela y que marcará todo lo que está por venir. Sin embargo, todo aquello que afectaría a su alma queda reflejado en el cuadro por lo que al cabo de un tiempo este es guardado a buen recaudo de los ojos del público. Del propio Dorian también, que no desea ver el cambio que se produce en el alma.

 

 

Lord Henry, que representa una crítica a la cultura victoriana tardía que abraza una visión indulgente del hedonismo, corrompe a Dorian con su visión del mundo y su gran verborrea, arrastrándole a extremos que el joven nunca hubiera pensado. Cuando Dorian se da cuenta, tras contemplar el cuadro, del nivel de degeneración moral que esta muestra, trata de variar su conducta para conseguir la expiación por sus pecados, pero es muy posible que resulte un acto tardío. Las profundidades de la degradación alcanzada por Dorian Gray son auténticas simas morales.

 

Está demasiado sumergido en la forma de pensar machista de la época personificada en Lord Henry, que opina que las mujeres son un sexo decorativo, representan el triunfo de la materia, en tanto que los hombres representan el triunfo del espíritu sobre las costumbres. Incluso que la fidelidad es una confesión de impotencia. Los que no aman más que una vez en su vida son los verdaderos superficiales, en su opinión.

 

Existen diversos personajes que sirven para mostrar aún más la degradación del joven Dorian y que tienen por protagonistas a Sybil Vane, actriz que se enamora de Dorian. James Vane, hermano de Sybil y que trata de matar a Dorian a quien no reconoce pasados los años por la juventud de este último. Alan Campbell, amigo de Dorian y que ayuda a este con una tarea harto desagradable. Víctor, servidor de Gray a quien prohíbe entrar en la habitación del cuadro. Hetty Merton, mujer con la que Dorian intentará rehacer su vida lejos del hedonismo que ha dominado su existencia y uno de los escasos apoyos positivos de toda la novela.

 

Basil Hallward, el pintor, es un hombre preocupado de su trabajo, deseoso de realizar la más bella de sus creaciones y, quizá, el personaje más inocente tras Dorian Gray. Busca la belleza por la belleza, sin más ánimo ni deseo oculto. Basil espantado por aquello en lo que ha convertido su cuadro, quiere recuperarlo, pero Dorian Gray decide acabar con su vida en un acto vanidoso, cruel y egoísta de continuar su modo de vida.

 

Lord Henry Wotton puede ser considerado el antagonista de la historia. Sin su intervención, Dorian Gray podría haber sido una persona vanidosa y rompecorazones, pero nunca habría alcanzado el nivel de perversidad necesario para sus actos posteriores. Lord Henry es retorcido, inmoral y carece de empatía alguna para considerar el daño que hace a otros. Lo que incluye a su propia mujer, que acaba por repudiarle.

 

La cultura del hedonismo, practicada durante casi toda la novela por Lord Henry y su aventajado discípulo Dorian Gray, apareció en la antigua Grecia bajo la forma de los cirenaicos y los epicúreos. A pesar que, en el mundo actual, por increíble que parezca, aparece referida más la segunda, la primera puede identificarse mucho más en el libro de Oscar Wilde y pude resumirse en la siguiente definición: se plantea que los deseos personales se debían satisfacer de inmediato sin importar los intereses de los demás.

 

La conclusión, y a tenor de todos los temas que trata la novela, es sin duda un libro recomendable de todo punto. Olvide el lector, por favor, toda película basada en la obra que, pese a su gran calidad, no puede captar la esencia de la obra en su magnitud. El trabajo de reflexión llevado a cabo por el inigualable Oscar Wilde solo puede leído y reflexionado por el lector avezado. Y cuídese de pactos con el Diablo y malos consejeros y procure que, al final de su vida, no tengan que reconocerle únicamente por los anillos.

 

Como siempre cabe señalar que el libro es totalmente distinto a la película.

 

En definitiva, si alguien desea saber sobre esta historia, les recomiendo leer el libro, que, aunque no sea tan “morboso” como la película, el libro nos otorga reflexiones sobre la vida como las nos la expone Henry, que a mi parecer son muy buenas y te hacen pensar sobre ello, estando algunas veces a favor y otras en contra de lo dicho.

 

Y tal como dije al principio cuando se publicó EL RETRATO DE DORIAN GRAY, la crítica moralizante no dejó de acusar a su protagonista de ser una figura satánica, corrompida y corruptora, sin comprender que era el héroe de una novela que reflejaba la fatalidad de los románticos, Oscar Wilde deseaba hacer de la belleza un refinamiento de la inteligencia, y para ello sumió a su protagonista, Dorian Gray, en una atmósfera de perversión dominada por el arte y los poderes de un misterio que está más allá de la realidad: gracias a los dioses, el culto a la belleza puede trasladar las huellas del paso del tiempo a un cuadro, mientras el rostro de Dorian Gray permanece inalterado e inalterable.

 

La forma de escribir de Oscar Wilde es compleja y todo el libro está lleno de teorías filosóficas, de existencialismo, te hace reflexionar mucho sobre la importancia de la belleza. y del romanticismo en las artes. Haciéndola muy interesante y entretenida, pero para algunos puede que muy difícil por tener muchas reflexiones existenciales haciéndola una lectura compleja, pero con un final increíblemente bueno, de los mejores de la literatura. En definitiva, El Retrato de Dorian Gray es un buen clásico.

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