VIRGINIA VALLEJO GARCÍA es una autora, periodista y personalidad de los medios de comunicación colombiana, Desde 1972 hasta 1994, fue una de las principales presentadoras de radio y televisión de su país natal. En 2006, con su vida en riesgo, Estados Unidos la sacó de Colombia para declarar en casos penales de alto perfil teniendo el estatus de asilada política en los Estados Unidos de América desde 2010.
Sus memorias se convirtieron en el libro más vendido en español en los Estados Unidos, y su historia ha inspirado una serie de documentales, telenovelas, series de televisión como Narcos y la próxima película amando a Pablo, protagonizada por Penélope Cruz y Javier Bardem.
En 1983, Virginia Vallejo era, a los treinta y tres años, la estrella televisiva número uno de Colombia. Los multimillonarios tradicionales del país cortejaban a una sofisticada sociable, la belleza profesional multilingüe, cuando conoció y se enamoró de un hombre llamado Pablo Escobar. El ambicioso político de orígenes humildes también de treinta y tres años el cual introdujo a la elegante presentadora a un nuevo mundo de increíble riqueza en el que inundaciones interminables de dinero invadieron sus obras de caridad y la campaña del candidato presidencial de su elección, en una época en la que tanto Forbes lo catalogaban como el séptimo hombre más rico del mundo.
AMANDO A PABLO ODIANDO A ESCOBAR es un libro autobiográfico donde describe el nacimiento de la industria de la cocaína y la evolución de una de las mentes criminales más poderosas de todos los tiempos, la legendaria capacidad de corrupción y terror de Pablo Escobar sus vínculos con el comercio y con los gobernantes caribeños, los gobiernos colombianos del último trimestre del siglo, de las familias más importantes y políticos colombianos y del Servicio Secreto de Estados Unidos. En las primeras etapas de lo que más tarde se convirtió en una relación romántica multifacética y tormentosa, la periodista de televisión que inspiró la pasión del barón de las drogas también se convirtió en su testigo preferido por su capacidad para someter a presidentes y dictadores, a la extrema derecha y a la extrema izquierda, y todos los que se cruzaron en lo que consideraba una lucha por una causa nacionalista.
La historia de amor de cinco años entre la diva de la pantalla y el llamado “Robin Hood colombiano” es una de glamour y alegría, pero también de un sufrimiento y una vergüenza, desde sus lujosas suites en los hoteles más elegantes del mundo, Nueva York y Beverly Hills, Venecia y Zurich, México y Río, las mansiones Hamptons y los penthouses de Park Avenue, hasta Escobar'sranch, una extensión de 6,200 acres, una pequeña Isla en el caribe colombiano y el muro de Berlín en 1989.
Después de que su relación con Escobar terminó en 1987, y especialmente después de su muerte en 1993, Virginia Vallejo se convirtió en una paria social:
“fue puesta en una lista negra, amenazada, desdeñada y humillada de todas las formas posibles por los medios de comunicación y aliados de familias presidenciales apoyadas por Escobar y Los rivales, los hermanos Rodríguez-Orejuela. Los periodistas de la nómina de los dos carteles de la droga fueron utilizados por ellos para advertirle públicamente que su rostro se cortaría con cuchillas de afeitar y que sería torturada hasta la muerte si alguna vez abría la boca”
Sus veinte años de silencio llegaron a su fin el 18 de julio de 2006, cuando huyó de Colombia a los Estados Unidos en un avión de la Agencia de Control de Drogas después de acusar al candidato de Escobar, y luego a juicio, de ser el instigador de la muerte de Luis Carlos Galan, el líder político honesto que se habría convertido en el presidente de Colombia en 1990. El caso criminal, que se suponía que llevaría otros dos meses, se cerró el día antes de que ella pudiera declarar. En protesta, el embajador colombiano en Washington renunció a su cargo y se nombró un nuevo ministro de Asuntos Exteriores vinculado a los paramilitares.
La partida de Virginia Vallejo fue noticia de primera plana en 42 periódicos de todo el mundo y su única entrevista de radio a The Voice of America se emitió repetidamente en 36 países. Cuando se dio cuenta de que, si regresaba a Colombia en un avión fletado especialmente para ella por el gobierno estadounidense, desaparecería o sería torturada por el Servicio Secreto o los cárteles de la droga, por lo que decidió quedarse en territorio estadounidense con media tonelada de equipaje y Dos cuartos de dólar en su billetera, su única capital en ese momento. El juicio de Rodríguez nunca se llevó a cabo: el 26 de septiembre de 2006, ambos hermanos se declararon culpables, después de aceptar entregar $ 2.1 mil millones en activos a los gobiernos estadounidense y colombiano.
AMANDO A PABLO, ODIANDO A ESCOBAR rastrea el nacimiento y el auge de la industria de la cocaína y sigue la evolución de Escobar de benefactor multimillonario a terrorista despiadado, responsable de las tragedias históricas que cambiaron para siempre el curso del conflicto colombiano y su relación con el mundo.
Cada lector podrá llegar a sus propias conclusiones después de leer esta historia única que, en palabras del autor, ella vivió de primera mano con los ojos abiertos de una niña fascinada, y luego con su profundo amor y admiración por el coraje de Pablo Escobar y su generosidad para los más pobres y, en las etapas finales de su relación, con su total impotencia para detener su próxima guerra contra su país y el cada vez más poderoso Cartel de Cali.
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